INTENCIONES

Quiero que no me asuste el miedo para así poder abrazarlo y sentirlo. Quiero poner limites sin sentirme culpable y sin creer que por respetarme, me van a rechazar o a dejar de querer. Quiero aprender que decir “no”, casi siempre, es un acto de amor. Quiero confiar tanto en mí que nunca más me atreva a ponerme en duda. Quiero que mi corazón y lo que siento siempre sean mi guía. Quiero estar abierta a recibir y quiero vivir desde mi energía femenina.

Quiero aceptar mis necesidades sin juzgarlas y sin ponerlas las segundas de la lista. Quiero darme en la misma medida en la que doy. Quiero relacionarme con personas disponibles y generar vínculos reales, en los que haya verdad, intimidad, libertad y atención. Quiero dejar de creerme lo que me dice mi mente, silenciarla y convertirla en un espacio de quietud y de paz. Quiero creer que puedo relajarme, que es seguro hacerlo, que estoy sostenida y que, si suelto el control, nada malo puede pasarme. Quiero sentir que lo merezco todo, pero no por lo que hago, sino simplemente por lo que soy.

Quiero valorarme y amarme sin creer que está mal hacerlo. Quiero permitir que cuiden de mí. Quiero que deje de parecerme extraño que me quieras. Quiero ser capaz de no desear más para que lo que sueño se pueda hacer real. Quiero dar, pero no por obligación. Quiero dar solo si es espontáneo y si sale de mi corazón. No quiero que me asuste pedir ayuda. Quiero que el placer, el disfrute, la alegría o la diversión no sean una excepción. Quiero dejar de intentar agradar a los demás, quiero recordar siempre que soy vulnerable y que “en mi indefensión, radica mi seguridad”.

Saber lo que queremos nos da dirección. Tener intención es lo que nos abre el camino de la manifestación.

Feliz presente,

Almudena Migueláñez.

Photo by Yann Bervas